Sauvignon blanc: un vino playero

Frente a las altas temperaturas que estamos sintiendo los países del hemisferio sur este verano, el vino podría convertirse en el mejor aliado.
Cuando hace mucho calor el sentido común nos lleva a escoger vinos que se pueden beber muy fríos (incluso con unos cubos de hielo, aunque a los más puristas les parezca una aberración). Por eso los vinos blancos jóvenes y secos funcionan muy bien. Y es que además sirven para acompañar comidas refrescantes como las ensaladas y ceviches, y son perfectos para saciar nuestra sed.
El Sauvignon Blanc es una variedad que se desarrolla especialmente bien en climas costeros. Gracias a la influencia de la brisa marina, puede desarrollar sus distintivas notas herbáceas, como ocurre con el clima semiárido costero que caracteriza al Viñedo Ucúquer.
Ubicado a 170 msnm en la ribera sur del río Rapel y a solo 14 kilómetros de su desembocadura en el Océano Pacífico, en el Valle de Colchagua, este lugar es el hogar de Gran Reserva Sauvignon Blanc. Un vino sumamente aromático, mineral, con notas cítricas, a frutas tropicales y herbales, que en boca es fresco, intenso y persistente. Pero que, además, cumple con las características de los vinos blancos provenientes de climas fríos: cuenta con una acidez alta, es bajo en alcohol (12.5%) y un cuerpo muy ligero. Estos rasgos transforman a Gran Reserva Sauvignon Blanc en un vino ideal para beber en verano, para llevar en el cooler en una escapada playera porque, además, se puede abrir fácilmente gracias a su tapa rosca.
No olvides buscar un poco de sombra para mantener el vino a la temperatura más fría posible. Te aconsejamos no llenar demasiado la copa: es mejor servir el vino con más frecuencia, que tener una copa llena de vino caliente.
Adoptamos un Modelo de Negocio de Impacto, promoviendo vínculos que beneficien tanto el negocio, la comunidad y el medio ambiente.
Cumplimos con los estándares más altos de compromiso social y ambiental siendo la transparencia y responsabilidad legal elementos fundamentales para equilibrar el beneficio y el propósito.
Los viñedos Gran Reserva son una parte importante del proyecto para conservar áreas de bosques nativos y proteger la biodiversidad local. Nuestros bosques nativos tienen la capacidad de retener el agua de lluvia y controlar así el cambio climático que provoca la escasez de agua.
Cuidamos 1.432 hectáreas de bosques protegidos y, en promedio un total de 105 especies de fauna y 48 especies de flora por cada viñedo.
Nuestro esfuerzo por preservar la naturaleza comienza con un consumo responsable del agua. El 99% del agua que utilizamos proviene de fuentes tanto superficiales como subterráneas.
Utilizamos el goteo como sistema de riego lo que nos permite tener una eficiencia del 90% en el consumo de agua. Durante los últimos 3 años, esto nos permitió reducir nuestra huella hídrica en un 10%.
Todos nuestros procesos de vinificación requieren el uso de energía. Nuestra decisión de invertir en energía limpia y renovable refleja nuestro deseo de co-crear un planeta sustentable para el futuro.
El 100% de la electricidad utilizada para la elaboración de los vinos de la colección Gran Reserva procede de fuentes renovables, incluida la solar.
Concha y Toro está certificada bajo el Código de Sustentabilidad de Vinos de Chile desde 2012, lo que significa que nuestros viñedos son reconocidos oficialmente como viñedos sustentables.
Los vinos de nuestra colección Gran Reserva se elaboran íntegramente con uvas propias de viñedos erigidos de forma sustentable.