Aprender a comer con lo que nos entregan las estaciones, es una de las prácticas más simples y sustentables que podemos adoptar. Primavera en Chile es sinónimo de espárragos, habas, frutillas, chirimoyas y más. Aquí te contamos cómo prepararlos y maridarlos.
Hoy en día es muy fácil perder la noción de cuáles son los alimentos de temporada en el lugar que vivimos. En los supermercados es posible encontrar prácticamente todos los productos que se dan en un año gracias a los congelados, las conservas y los enlatados, pero también debido a las exportaciones. Sin embargo, esto no quiere decir que sea sustentable ni menos, más rico. Es prácticamente indiscutible lo deliciosas que son las frutas y verduras recién cosechadas, en su mejor punto de madurez y frescas. El problema es que producto del sistema… parece que olvidamos ese sabor, como también del comer junto con las estaciones.
Antiguamente, cuando no existían estos sofisticados métodos de conservación de la comida, el hombre se alimentaba estacionalmente. Su cuerpo y ritmo estaba mucho más conectado con el propio ciclo de la naturaleza. Te habrás dado cuenta que en verano, cuando hace calor, el cuerpo suele pedir frutas frescas jugosas para hidratarnos, mientras que, en invierno, cuando hace frío, nos dan más ganas de beber sopas de alimentos como el zapallo para abrigarnos y nutrirnos. Años atrás, esto era una ley. Hoy, una opción.
Como una opción más saludable, que nos ayuda a fortalecer nuestro sistema inmune y digestión, pero también más sustentable, te invitamos a comer estacionalmente prefiriendo los productos disponibles esta primavera, que por lo general puedes encontrar en mercados, ferias o verdulerías de barrio.
Es uno de los productos más nobles que entrega la tierra en primavera, entre cuyos beneficios destaca su capacidad de ayudar a depurar el cuerpo, eliminando toxinas, metales pesados y aportando gran cantidad de vitaminas. Puedes prepararlos salteados para acompañar unos huevos pochados al desayuno, hervirlos para preparar una sedosa crema de espárragos o al vapor para añadir a ensaladas, con una vinagreta, salsa holandesa o para acompañar carnes. Por su carácter herbáceo, los espárragos maridan especialmente bien con Sauvignon Blanc de zonas costeras como Gran Reserva Sauvignon Blanc.
Hay habas congeladas todo el año, sí. Pero disfrutar de habas tiernas recién peladas es sinónimo de primavera y placer. Esta legumbre rica en ácido fólico, fibra, proteínas e hidratos de carbono complejos digamos que es un gusto adquirido. Para comer en ensaladas, crudas con queso Pecorino, salteadas con Jamón Serrano como lo hacen los españoles, o en Risottos con alcachofas (también en su peak esta temporada), para nuevamente acompañar de un vino blanco seco y crujiente como Gran Reserva Sauvignon Blanc, este maridaje siempre es una buena idea.
Entre las apetecidas frutas primaverales se encuentran las primeras frutillas del ano. Ricas en vitaminas y minerales, esta deliciosa fruta es sumamente versátil a la hora de cocinar. Porque no solo funciona en postres, donde comúnmente la vemos. Si no que también en platos salados…mi forma favorita de comerla es en ensaladas, con hojas verdes, tomates, un poco de palta y aliñada con aceto balsámico. Otra exquisita forma es hacer una Ensalada Caprese, con mozzarella, albahaca, tomate, frutillas y abundante aceite de oliva, el cual puedes maridar junto con un vino rosado o un vino blanco refrescante como Gran Reserva Sauvignon Blanc.
Otra fruta que aparece esta temporada y que es esperada por muchos, es la chirimoya. Fruta tropical rica en ácido fosfórico, vitaminas, calcio, potasio y hierro, que se da muy bien en Chile. País donde suele utilizarse en postres como mousse, fresca e incluso en ponches de vino. Como sea que la disfrutes, gracias a su carácter dulce cuando se acompaña de un vino blanco ligero y de rica acidez, este limpia el paladar y crea un interesante contrapunto.
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Cumplimos con los estándares más altos de compromiso social y ambiental siendo la transparencia y responsabilidad legal elementos fundamentales para equilibrar el beneficio y el propósito.
Los viñedos Gran Reserva son una parte importante del proyecto para conservar áreas de bosques nativos y proteger la biodiversidad local. Nuestros bosques nativos tienen la capacidad de retener el agua de lluvia y controlar así el cambio climático que provoca la escasez de agua.
Cuidamos 1.432 hectáreas de bosques protegidos y, en promedio un total de 105 especies de fauna y 48 especies de flora por cada viñedo.
Nuestro esfuerzo por preservar la naturaleza comienza con un consumo responsable del agua. El 99% del agua que utilizamos proviene de fuentes tanto superficiales como subterráneas.
Utilizamos el goteo como sistema de riego lo que nos permite tener una eficiencia del 90% en el consumo de agua. Durante los últimos 3 años, esto nos permitió reducir nuestra huella hídrica en un 10%.
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El 100% de la electricidad utilizada para la elaboración de los vinos de la colección Gran Reserva procede de fuentes renovables, incluida la solar.
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