En los últimos años, hemos sido testigos de un boom en el mundo de las bebidas fermentadas, y es que cada vez más personas están descubriendo los increíbles beneficios que ofrecen para nuestra salud.
Las bebidas fermentadas están llenas de bacterias beneficiosas y enzimas que promueven una digestión saludable y fortalecen nuestro sistema inmunológico. Además, son una excelente alternativa a las bebidas azucaradas y gaseosas, ya que ofrecen opciones refrescantes y deliciosas sin los efectos negativos de los edulcorantes artificiales.
Si buscas mejorar tu bienestar de una manera sabrosa y natural, las bebidas fermentadas son definitivamente una tendencia que no puedes dejar pasar. Aquí te presentamos algunas de ellas.
Hoy en día la kombucha es la reina de las bebidas fermentadas sin alcohol. Elaborada a base de agua filtrada, azúcar de caña, té y diversos ingredientes que le dan sabor y aroma, la kombucha se elabora gracias a un hongo conocido como scoby, cultivado a partir de bacterias y levaduras. Gracias al scoby, esta bebida fermenta para transformarse en un líquido naturalmente gasificado, lleno de minerales, vitaminas y ácidos orgánicos esenciales. Debido a sus propiedades curativas (refuerzo de la microbiota y sistema inmunológico, por nombrar algunos), la kombucha ya se consumía 2000 años atrás en China.
De sabor ácido, aromas a levaduras y ligeramente efervescente, esta bebida probiótica se elabora a base de leche, nódulos o “tibicos” (una colonia simbiótica de bacterias y levaduras) y saborizantes naturales. Una alternativa sin lácteos y vegana es el kéfir de agua, que se fermenta en agua. Ambas son bebidas sumamente refrescantes y, desde el punto de vista nutricional, probióticos que aportan una colonia simbiótica de muchas bacterias y levaduras que benefician la microbiota.
Otro ejemplo milenario de bebidas fermentadas es el vino. Su principal fermentación es la alcohólica, en la cual el jugo de uva fermenta gracias a la acción de levaduras (nativas o inoculadas). Éstas digieren el azúcar de los jugos hasta transformarlo en vino. Sin embargo, también hay otros microorganismos, como las bacterias acéticas y lácticas, que juegan un rol en este proceso.
Cuando se trata de alcohol es esencial comprometerse con un consumo responsable y moderado. ¿De qué cantidad estamos hablando? En el caso del vino, se trata idealmente de una copa de 150 ml considerando que esta podría tener en un promedio 10 gramos de alcohol puro. Se debe evitar beber con el estómago vacío, y se recomienda hacerlo a un ritmo moderado para evitar la acumulación de alcohol en nuestro cuerpo. Disfrutar del vino con moderación puede entregarnos un momento de placer, junto con los beneficios para la salud de esta bebida antioxidante.
Adoptamos un Modelo de Negocio de Impacto, promoviendo vínculos que beneficien tanto el negocio, la comunidad y el medio ambiente.
Cumplimos con los estándares más altos de compromiso social y ambiental siendo la transparencia y responsabilidad legal elementos fundamentales para equilibrar el beneficio y el propósito.
Los viñedos Gran Reserva son una parte importante del proyecto para conservar áreas de bosques nativos y proteger la biodiversidad local. Nuestros bosques nativos tienen la capacidad de retener el agua de lluvia y controlar así el cambio climático que provoca la escasez de agua.
Cuidamos 1.432 hectáreas de bosques protegidos y, en promedio un total de 105 especies de fauna y 48 especies de flora por cada viñedo.
Nuestro esfuerzo por preservar la naturaleza comienza con un consumo responsable del agua. El 99% del agua que utilizamos proviene de fuentes tanto superficiales como subterráneas.
Utilizamos el goteo como sistema de riego lo que nos permite tener una eficiencia del 90% en el consumo de agua. Durante los últimos 3 años, esto nos permitió reducir nuestra huella hídrica en un 10%.
Todos nuestros procesos de vinificación requieren el uso de energía. Nuestra decisión de invertir en energía limpia y renovable refleja nuestro deseo de co-crear un planeta sustentable para el futuro.
El 100% de la electricidad utilizada para la elaboración de los vinos de la colección Gran Reserva procede de fuentes renovables, incluida la solar.
Concha y Toro está certificada bajo el Código de Sustentabilidad de Vinos de Chile desde 2012, lo que significa que nuestros viñedos son reconocidos oficialmente como viñedos sustentables.
Los vinos de nuestra colección Gran Reserva se elaboran íntegramente con uvas propias de viñedos erigidos de forma sustentable.