3 nuevas técnicas de mindfulness

Estar en calma, conectado con el momento presente, poniendo atención a tus pensamientos y respiración son parte de lo que se conoce como mindfulness. Una técnica que disciplinas milenarias como la meditación, el Tai Chi o el Yoga han cultivado y propagado hasta el mundo Occidental.
Aquí te contamos en qué consisten tres prácticas novedosas que pueden ayudarte a vivir más conectado con el presente. Pero antes de leer, te invitamos a que hagas el siguiente ejercicio. Apaga tu teléfono, sírvete una copa de Gran Reserva Sauvignon Blanc, Gran Reserva Malbec, Gran Reserva Cabernet Sauvignon… ¡O el que más te guste! Acerca la copa a tu nariz y siente su aroma con los ojos cerrados, luego bebe un sorbo y siente como el vino moja tus labios y tu lengua, recorriendo tu garganta … ¿Ves? Ya estás practicando el mindfulness.
Esta disciplina, que está ligada a lo que se conoce como sonoterapia (o terapia con sonido, una práctica milenaria), utiliza nuestra voz para generar frecuencias de vibración. Estas impactan el sistema energético humano y ayudan a sanar al cuerpo, la mente y el espíritu.
Entendiendo la voz como energía vital, o prana, se realizan cantos o sonidos primarios que pueden acompañarse de ejercicios de respiración, posturas y de otros instrumentos como cuencos tibetanos, diapasones y campanas. El objetivo es llegar a estados de profunda presencia, conexión e incluso trance.
Entre sus beneficios, el Yoga de la voz puede ayudar a aliviar el estrés, aumentar la energía vital, relajar, fortalecer el sistema inmune, liberar tensiones y equilibrar los chakras. Valentina Moyano es una psicóloga chilena, cantante, compositora y sonoterapeuta que ofrece cursos y talleres online de Yoga de la Voz. Más información en su web www.alquimiadelavoz.com y su Instagram.
En Santiago de Chile, Andrea Moro es una facilitadora de experiencias sonoras que canalizan energía a través del reiki, cantos y sonidos para ofrecer un viaje acompañado de frecuencias sonoras regenerativas.
Pueden ser sesiones personales o grupales, en las que Andrea crea una experiencia única cuyo propósito dependerá de lo que la persona necesite. Esto incluye alcanzar un estado profundo de relajación, un aumento en la paz interior, y la sanación de heridas físicas o emocionales.
Andrea, además, es una de las creadoras de Centro Manna, un centro para nutrir el alma ubicado en el Arrayán, en la zona pre cordillerana de Los Andes en Santiago. Más información en www.andreamorowinslow.com y en www.centromanna.org.
Corrían los años 80 en Japón, con una población altamente estresada y deprimida, cuando la respuesta a la pregunta “¿qué nos pasa a los humanos cuando estamos en la naturaleza?” apareció como parte del antídoto.
Así nació esta terapia, y con ella 60 senderos de baño de bosque que pronto empezaron a ser recomendados por doctores. ¿En qué consiste esta práctica? Apagar el teléfono, sumergirse en un bosque para caminar o incluso sentarse, poner atención al canto de los pájaros, tocar el musgo de los árboles, oler el aroma de la tierra mojada, sentir el crujir de las hojas y respirar aire puro son algunas de las cosas que puedes hacer.
Entre los beneficios de esta terapia se encuentra la disminución de la presión arterial y el ritmo cardíaco, un aumento en la creatividad y concentración, una mejora en la calidad del sueño y el estado de ánimo, disminución del estrés, la ansiedad, el insomnio e incluso la depresión.
En la ciudad de Pucón, Giovanna Raineri Blanco ofrece baños de bosques guiados. En su sitio web www.bosquealma.cl explica: “es un paseo lento que invita a estar en la naturaleza desde el cuerpo y los sentidos, una invitación a “soltar” nuestra mente”. Para más información también puedes chequear su Instagram.
Adoptamos un Modelo de Negocio de Impacto, promoviendo vínculos que beneficien tanto el negocio, la comunidad y el medio ambiente.
Cumplimos con los estándares más altos de compromiso social y ambiental siendo la transparencia y responsabilidad legal elementos fundamentales para equilibrar el beneficio y el propósito.
Los viñedos Gran Reserva son una parte importante del proyecto para conservar áreas de bosques nativos y proteger la biodiversidad local. Nuestros bosques nativos tienen la capacidad de retener el agua de lluvia y controlar así el cambio climático que provoca la escasez de agua.
Cuidamos 1.432 hectáreas de bosques protegidos y, en promedio un total de 105 especies de fauna y 48 especies de flora por cada viñedo.
Nuestro esfuerzo por preservar la naturaleza comienza con un consumo responsable del agua. El 99% del agua que utilizamos proviene de fuentes tanto superficiales como subterráneas.
Utilizamos el goteo como sistema de riego lo que nos permite tener una eficiencia del 90% en el consumo de agua. Durante los últimos 3 años, esto nos permitió reducir nuestra huella hídrica en un 10%.
Todos nuestros procesos de vinificación requieren el uso de energía. Nuestra decisión de invertir en energía limpia y renovable refleja nuestro deseo de co-crear un planeta sustentable para el futuro.
El 100% de la electricidad utilizada para la elaboración de los vinos de la colección Gran Reserva procede de fuentes renovables, incluida la solar.
Concha y Toro está certificada bajo el Código de Sustentabilidad de Vinos de Chile desde 2012, lo que significa que nuestros viñedos son reconocidos oficialmente como viñedos sustentables.
Los vinos de nuestra colección Gran Reserva se elaboran íntegramente con uvas propias de viñedos erigidos de forma sustentable.