Escoger vinos elaborados en congruencia con el cuidado del medio ambiente es posible. La viticultura sostenible considera el impacto a largo plazo que genera en el planeta el hacer vinos, tomando acciones al respecto.
En el mundo del vino la materia prima es la uva y lo primero que se necesita para hacer buenos vinos es “uva sana”. Pero, lamentablemente, en la segunda mitad del siglo XX el uso de químicos para controlar pestes y enfermedades, al igual que el uso de fertilizantes, aumentó de forma significativa en la viticultura provocando un daño al medioambiente que se ha convertido en una preocupación cada vez mayor. No solo entre quienes hacen el vino, sino también entre consumidores informados y con consciencia ambiental: hoy exigen prácticas más sostenibles.
Así es como, afortunadamente, hoy existen opciones disponibles para quienes buscan producir uvas con menos químicos y minimizando el impacto negativo al medio ambiente. La viticultura sostenible es una de ellas.
La viticultura sostenible es una forma agrícola de producir uvas de máxima calidad, pero minimizando su impacto en el medio ambiente. Y que también considera aspectos que van más allá de lo que ocurre en el campo y la bodega, abarcando toda la cadena de suministro. Es decir, temas como el consumo de energía y la comunidad en que se encuentra inserto el viñedo también son tomados en cuenta.
Respecto a la viticultura sostenible y sus prácticas en el campo, este tipo de agricultura no prohíbe el uso de químicos elaborados por el hombre, aunque sí los restringe. Las exigencias van hacia los viticultores, quienes deben lograr un real entendimiento de los viñedos y sus posibles enfermedades, con el fin de predecir y prevenir pestes en vez de seguir un calendario de aplicación de productos. De esta forma, por ejemplo, ciertos depredadores deben quedar en el viñedo a modo de controlar la población de pestes de forma natural, dándole una importancia vital a la biodiversidad de los viñedos. Es lo que ocurre en la forma que se elaboran los vinos de Gran Reserva, como Gran Reserva Carmenère y Gran Reserva Sauvignon Blanc, por ejemplo.
En Gran Reserva, de hecho, esta visión sustentable se ve reflejada en Uncork a Better Future, un llamado a la acción no solo para el consumidor, sino también al mundo entero. Se trata de una mirada a largo plazo que invita a generar acciones positivas que mejoren nuestro mundo, es tres aspectos fundamentales.
El primer llamado de acción es “Cuidemos el Agua”, poniendo foco en potenciar la eficiencia hídrica bajo el principio Cero Desperdicio de Agua, con una serie de acciones. Como, por ejemplo, el riego a goteo del 100% de sus viñedos y el alcance de una huella hídrica un 40% menor al promedio de la industria del vino.
El segundo llamado es “Protege la Biodiversidad”. Como una forma de retribuir es que Gran Reserva hace un llamado a proteger los ecosistemas. Esto se lleva a cabo gracias a la certificación FSC®, bajo la cual cuentan con 4.272 hectáreas de bosque nativo protegido. Es decir, por cada hectárea de viñedo, Gran Reserva protege casi media hectárea de bosque nativo generando ecosistemas resilientes.
Luego, el tercer llamado es “Reduce tu Huella” haciendo alusión a la huella de carbono. Un compromiso que les ha permitido avanzar hacia Cero Emisiones de Carbono al 2050, gracias a que, por ejemplo, en 2022 el 100% de su energía provino de fuentes renovables.
Como ves, los vinos elaborados bajo la viticultura sostenible es una gran alternativa para aquellos amantes del vino que buscan hacer elecciones conscientes con el cuidado del planeta. Una decisión que tiene aún más sentido por estos días en que pronto se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente.
Adoptamos un Modelo de Negocio de Impacto, promoviendo vínculos que beneficien tanto el negocio, la comunidad y el medio ambiente.
Cumplimos con los estándares más altos de compromiso social y ambiental siendo la transparencia y responsabilidad legal elementos fundamentales para equilibrar el beneficio y el propósito.
Los viñedos Gran Reserva son una parte importante del proyecto para conservar áreas de bosques nativos y proteger la biodiversidad local. Nuestros bosques nativos tienen la capacidad de retener el agua de lluvia y controlar así el cambio climático que provoca la escasez de agua.
Cuidamos 1.432 hectáreas de bosques protegidos y, en promedio un total de 105 especies de fauna y 48 especies de flora por cada viñedo.
Nuestro esfuerzo por preservar la naturaleza comienza con un consumo responsable del agua. El 99% del agua que utilizamos proviene de fuentes tanto superficiales como subterráneas.
Utilizamos el goteo como sistema de riego lo que nos permite tener una eficiencia del 90% en el consumo de agua. Durante los últimos 3 años, esto nos permitió reducir nuestra huella hídrica en un 10%.
Todos nuestros procesos de vinificación requieren el uso de energía. Nuestra decisión de invertir en energía limpia y renovable refleja nuestro deseo de co-crear un planeta sustentable para el futuro.
El 100% de la electricidad utilizada para la elaboración de los vinos de la colección Gran Reserva procede de fuentes renovables, incluida la solar.
Concha y Toro está certificada bajo el Código de Sustentabilidad de Vinos de Chile desde 2012, lo que significa que nuestros viñedos son reconocidos oficialmente como viñedos sustentables.
Los vinos de nuestra colección Gran Reserva se elaboran íntegramente con uvas propias de viñedos erigidos de forma sustentable.