Porque son considerados los pulmones del planeta, los protectores del suelo y los grandes purificadores del aire, para Viña Concha y Toro la reforestación es una acción esencial con el propósito de lograr un desarrollo sostenible. Conoce aquí cómo estamos reforestando nuestros campos y bosques nativos.
Por su valor incalculable y porque son imprescindibles para la vida, es que este 28 de junio se celebra el Día Mundial del Árbol. Una fecha que busca generar conciencia sobre la necesidad de proteger las superficies arboladas gracias a su contribución, entre otras cosas, a combatir la contaminación ambiental y climática que hoy afecta a nuestro planeta. Una problemática de la que Viña Concha y Toro está consciente y ha decidido tomar acción.
Alineada a la Estrategia de Sustentabilidad, en 2021 se puso en marcha el Plan de Reforestación que tiene como meta plantar 30.000 árboles de aquí al 2025 para expandir los bosques de la compañía con especies nativas. Y con ello, mejorar los suelos y evitar la erosión de la Tierra.
Gran Reserva se sumó a esta iniciativa el año 2022 comprometiéndose a plantar 7.500 árboles al año en los fundos Ucúquer, Peumo y Palo Santo, de donde provienen los vinos Gran Reserva Sauvignon Blanc, Gran Reserva Carmenère, y Gran Reserva Cabernet Sauvignon y Gran Reserva Malbec, respectivamente. Un hermoso y dedicado proyecto que incluso ha incluido la participación de las comunidades locales en que se ubican estos fundos.
Quillay y Espino son los que mejor se adaptan al cambio climático. “El proceso que nos toma desde que se realiza la siembra, comienzan a crecer, alcanzan 5 cm o cuatro hojas verdaderas, hasta que se realizan los repiques a maceteros de 2 litros donde alcanzan una altura superior a 25 cm, es muy rápido. Al año ya podemos estar forestando”, explica Pablo Lagos, uno de los líderes del proyecto.
Es en la zona de Pencahue donde se ubica el vivero que Viña Concha y Toro tiene para la producción de vid. Y al lado de este, donde se ubica el propio vivero de 1.000m2 que tiene el proyecto para las especies nativas del Plan de Reforestación. El lugar donde cada año se siembran entre 15.000 y 20.000 plantas.
Desde el año 2021 que todas estas semillas son recolectadas en el Fundo Villa Alegre. “Vamos con la gente de CONAF (con quienes tenemos un acuerdo de colaboración) y hacemos una actividad voluntaria a finales de marzo, donde se hace el ejercicio de mover los árboles de Quillay y Espino para ir recolectando las semillas. Este año hicimos la recolección con niños de 7mo y 8vo básico de la Escuela José Miguel Carrera (ubicada en Villa Alegre a tan solo 20 min del Fundo Villa Alegre), donde fueron invitados a la actividad y tras una capacitación ellos mismos fueron recolectando. Luego la CONAF se lleva los sacos (de semillas) recolectados y en invierno nos pasan las semillas.
¿Por qué es así? Es un proceso mucho más seguro, en que sabemos que el prendimiento de las semillas va a ser mayor gracias a su selección, donde determinan cuáles son las mejores y, además, porque ellos tienen una vasta experiencia en la propagación de especies nativas”, agrega Pablo Lagos. Quien cuenta que, además, comenzaron con la plantación de las especies Peumo y Boldo, las cuales deben estar al menos dos años en el
vivero antes de llegar a los fundos.
Adoptamos un Modelo de Negocio de Impacto, promoviendo vínculos que beneficien tanto el negocio, la comunidad y el medio ambiente.
Cumplimos con los estándares más altos de compromiso social y ambiental siendo la transparencia y responsabilidad legal elementos fundamentales para equilibrar el beneficio y el propósito.
Los viñedos Gran Reserva son una parte importante del proyecto para conservar áreas de bosques nativos y proteger la biodiversidad local. Nuestros bosques nativos tienen la capacidad de retener el agua de lluvia y controlar así el cambio climático que provoca la escasez de agua.
Cuidamos 1.432 hectáreas de bosques protegidos y, en promedio un total de 105 especies de fauna y 48 especies de flora por cada viñedo.
Nuestro esfuerzo por preservar la naturaleza comienza con un consumo responsable del agua. El 99% del agua que utilizamos proviene de fuentes tanto superficiales como subterráneas.
Utilizamos el goteo como sistema de riego lo que nos permite tener una eficiencia del 90% en el consumo de agua. Durante los últimos 3 años, esto nos permitió reducir nuestra huella hídrica en un 10%.
Todos nuestros procesos de vinificación requieren el uso de energía. Nuestra decisión de invertir en energía limpia y renovable refleja nuestro deseo de co-crear un planeta sustentable para el futuro.
El 100% de la electricidad utilizada para la elaboración de los vinos de la colección Gran Reserva procede de fuentes renovables, incluida la solar.
Concha y Toro está certificada bajo el Código de Sustentabilidad de Vinos de Chile desde 2012, lo que significa que nuestros viñedos son reconocidos oficialmente como viñedos sustentables.
Los vinos de nuestra colección Gran Reserva se elaboran íntegramente con uvas propias de viñedos erigidos de forma sustentable.