Esta reversión del gazpacho no incluye pepinos ni pimientos, sino frutillas. El resultado es una sopa fría de sabores muy delicados, ligeramente dulces y muy frescos, gracias a la presencia de la albahaca. Ideal para disfrutar en un día de sol junto a una copa de rosé o de un vino blanco como Gran Reserva Sauvignon Blanc.
Ingredientes:
Pica los tomates, las frutillas y agrégalas junto con los dientes de ajo, la albahaca (a gusto), vinagre y aceite de oliva a una procesadora. Licúa todo hasta obtener una textura líquida y luego cuélalo para obtener una textura más suave. Prueba y rectifica el punto de sal y pimienta. Decórala con brotes de alfalfa, crutones y ¡a disfrutar!
Si amas el pepino, la extrema sencillez de esta receta te asombrará. Naturalmente cremosa por la presencia de la palta (y no de lácteos), esta elegante sopa marida muy bien con vinos blancos como Gran Reserva Sauvignon Blanc. Como entrada o fondo, esta sopa viene bien a toda hora.
Ingredientes:
Procesar todos los ingredientes (menos el agua) hasta obtener una mezcla cremosa. Agrega agua hasta lograr la consistencia deseada, vuelve a procesa y rectifica el punto de sal y pimienta. Sírvela en un bowl fría con semillas tostadas para darle un poco de crunch y hojas de cilantro.
Esta receta es ideal para aprovechar las últimas frutas del verano (como la jugosa sandía) y para avivar nuestro paladar y vista con su deslumbrante color rosa. Marida perfecto con vinos rosados o un pinot noir gracias al toque terroso de la betarraga.
Ingredientes:
Procesa todos los ingredientes (menos el queso feta) en una licuadora y luego cuela para filtrar la fibra de la sandía, la betarraga y el jengibre. Si estuviera muy espesa puedes agregar un poco de agua hasta lograr la consistencia deseada. Rectifica el punto de sal y pimienta, y sírvela con crumble de queso feta para aportar acidez y textura.
Adoptamos un Modelo de Negocio de Impacto, promoviendo vínculos que beneficien tanto el negocio, la comunidad y el medio ambiente.
Cumplimos con los estándares más altos de compromiso social y ambiental siendo la transparencia y responsabilidad legal elementos fundamentales para equilibrar el beneficio y el propósito.
Los viñedos Gran Reserva son una parte importante del proyecto para conservar áreas de bosques nativos y proteger la biodiversidad local. Nuestros bosques nativos tienen la capacidad de retener el agua de lluvia y controlar así el cambio climático que provoca la escasez de agua.
Cuidamos 1.432 hectáreas de bosques protegidos y, en promedio un total de 105 especies de fauna y 48 especies de flora por cada viñedo.
Nuestro esfuerzo por preservar la naturaleza comienza con un consumo responsable del agua. El 99% del agua que utilizamos proviene de fuentes tanto superficiales como subterráneas.
Utilizamos el goteo como sistema de riego lo que nos permite tener una eficiencia del 90% en el consumo de agua. Durante los últimos 3 años, esto nos permitió reducir nuestra huella hídrica en un 10%.
Todos nuestros procesos de vinificación requieren el uso de energía. Nuestra decisión de invertir en energía limpia y renovable refleja nuestro deseo de co-crear un planeta sustentable para el futuro.
El 100% de la electricidad utilizada para la elaboración de los vinos de la colección Gran Reserva procede de fuentes renovables, incluida la solar.
Concha y Toro está certificada bajo el Código de Sustentabilidad de Vinos de Chile desde 2012, lo que significa que nuestros viñedos son reconocidos oficialmente como viñedos sustentables.
Los vinos de nuestra colección Gran Reserva se elaboran íntegramente con uvas propias de viñedos erigidos de forma sustentable.