La revolución de las huertas

Francisca JaraFrancisca Jara

Francisca Jara

14/07/2022

Tener una huerta en casa es una tendencia que llegó para quedarse. Cultivar tus propios alimentos no es más que una forma de activismo que te invitamos a explorar a través de 4 cuentas de Instagram que ofrecen valiosa información, herramientas y cursos. Pero por sobre todo son de gran inspiración.

Corría el año 2013 cuando los agrónomos Francisco Vio y Javier Soler, trabajaban en un huerto orgánico comercial en Ecuador. Fue el inicio de un camino que pronto los llevaría hasta el Parque Nacional Patagonia, para trabajar durante cinco años en el desarrollo la una huerta biointensiva que abastecería a un restaurante y 15 familias. Tras esta experiencia quisieron seguir creciendo y en 2018 comenzaron el Huerto Cuatro Estaciones apoyados por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), que está ubicado en la Región de Aysén, específicamente en Bahía Catalina. “Al principio pensábamos abastecer solo a Puerto Guadal y Puerto Tranquilo, que son los pueblitos más cercanos, pero empezamos a producir tanto alimento que comenzamos a ir a Coyhaique. Ese es nuestro principal mercado, vamos todas las semanas desde noviembre a mayo, y abastecemos 400 personas que incluyen alrededor 200 familias y varios restaurantes”, cuenta Francisco Vio.

Este huerto de 2.500m2 funciona gracias a 9 personas que trabajan en la producción de 30 hortalizas, además de los programas de educación, entrenamiento y asesorías. Allí comparten conocimiento con personas interesadas en establecer un huerto comercial como doméstico, bajo la práctica de una Agricultura Orgánica Regenerativa ¿Qué significa esto? “La agricultura regenerativa tiene hartos matices, pero yo lo veo como un camino con tres pilares principales. Lo primero es el suelo que se considera vivo y se trabaja promoviendo la microbiología del suelo. El segundo pilar es el bienestar animal, y el tercero el aspecto humano (o la comunidad) que tiene que ver con la calidad de vida del agricultor y de los consumidores”, agrega Vio. Quien nos cuenta que en el huerto “nos gusta comer asado al palo y acompañarlo de un buen Cabernet Sauvignon o Carmenere”. Justamente dos de las variedades tintas de Gran Reserva Concha y Toro, una línea comprometida con proteger la biodiversidad local de sus viñedos ubicados en los valles de Colchagua y Cachapoal.

Más información sobre cursos y talleres en www.huertocuatroestaciones.cl 

Florencia empezó cultivando hierbas hace 10 años en mesones de cultivos pequeños. Pero cuando decidió irse de Santiago para vivir en la playa, la idea siempre fue tener una huerta. Partió con tres bancales. “Antes de la pandemia teníamos entre seis y ocho bancales, y durante la pandemia lo duplicamos. Ahora tenemos 14 más los frutales y un cerro donde tenemos alcachofas, arándanos, espárragos, frambuesas”, explica Florencia. Ella es la persona detrás de @intentandola, la cuenta en que comparte muchas de sus experiencias en la huerta, además de su gran pasión: la escritura. “La huerta es una actividad demasiado linda, demasiado sanadora. Para la gente que tiene niños es un espacio muy educativo y entretenido. Además, que sirve para enseñarles algo tan importante como su alimentación, agradecer de dónde vienen las cosas, el contacto con la naturaleza. Ayer con mis niños cosechamos las papas que vamos a comer hoy día, y son papas que ellos mismos sembraron y tienen dos y cuatro años. Creo que eso es impagable en la educación, los recuerdos y en la autoestima de un niño”, cuenta. Y agrega: “También diría que es muy fácil, muy a prueba y error. Pero sí es bueno informarse un poquito antes. Yo me di muchos chascarros por no saber nada, llevaba cinco años teniendo huerto y mi producción era super baja. Hasta que durante la pandemia hice un curso con @cosechandola y fue un antes y un después porque entendí todo. Qué plantas tenía que poner al sol, cuáles eran las temporadas de las plantas, las que no podían estar en la sombra, cómo tenía que ser la tierra, cosas super básicas. Pero que me ayudaron muchísimo a que todo el esfuerzo que yo ponía diera frutos”.

Florencia comparte muchos tips sobre como hacer una huerta para inspirar a otras personas y también como una forma de resistencia. “Hacer algo por el planeta es tener tu huerto, que tu comida salga de tu casa y no depender de industrias. Sumado a que uno come sano, orgánico. Uno pierde el miedo, sé que con mi caja de semillas nunca me voy a morir de hambre”, dice. “Un plato que hago harto y que queda exquisito con los tomates, berenjenas, acelgas y espinacas del huerto es la Lasaña de Berenjenas. Queda exquisito con un vino como Gran Reserva Carmenere, finaliza.

Para conocer más sobre Florencia Ana puedes ingresar a www.florenciaana.com 

Paula es agrónoma y empezó su propia huerta hace 14 años en un sector pre cordillerano de Chile. “Yo no quería vivir en Santiago porque quería un espacio para cultivar, y ahí tenía un espacio grande. Me hice un invernadero, partí cultivando para mí, pero después fui entusiasmando a personas por aquí y por allá. Entonces empecé a ofrecer hacer huertas en otros lados y ahí me di cuenta que era super importante no solo hacerle la huerta a la gente, sino que además aprendieran a manejarla, porque sino yo tenía que ir todas las semanas a apoyarlos. Y ahí empecé a traspasar la información que derivó en estos cursos que hago desde hace 12 años”, cuenta Paula. Así estuvo durante ocho años enseñando, hasta que se fue a vivir a Brasil para aprender sobre agricultura tropical y también en busca de un estilo de vida más sustentable. Aunque desde Brasil continúa haciendo cursos para Chile. “Ahora estoy con cursos de formación completa que duran 4 meses, con clases una vez a la semana y ahí la gente queda super capacitada para hacer una huerta en un departamento o para cultivar a nivel de campo, hacer negocios, vender excedentes, inventarse alguna pyme. Los ayudo en todo el proceso”, explica Paula. Además, acaba de lanzar su libro Agricultura en tus manos, en el cual aborda las 54 principales especies de la huerta chilena con hermosas ilustraciones y fotografías, otra gran herramienta para aquellos interesados en unirse a este movimiento. “Ya vendí mil ejemplares así que estoy muy contenta y lo voy a re imprimir”, confiesa.  Y agrega: “El hacer huerta influye en muchas cosas en la vida de las personas, no es solo el acto de comer un producto hecho por ti, sino que es mucho más amplio. Trae muchos beneficios y la gente se está dando cuenta de eso”.

Para acceder a información sobre los cursos y comprar el libro ingresa a www.agrocultiva.cl 

Kate Farmer llegó a Chile con una beca para estudiar y trabajar por tres meses en la Fundación Alma Crea en el Valle de Elqui. Sin embargo, terminó quedándose 10 años. Ella es la persona detrás de @kate.la.farmer, la cuenta de Instagram que comenzó a comienzos del 2020 con el propósito de despertar e inspirar a otras personas, “pero también quería mostrar mis años de experiencia cultivando para enseñarle a otros. Hasta entonces, yo había dejado las redes sociales”, explica. “Yo tengo 6 invernaderos y 8 huertos. Cultivo las hortalizas con que me siento cómoda, que se dan en este clima y de a poco experimento, pero es para asegurarme de tener una buena cosecha. En verano cosechamos zapallito italiano, tomate, hojas verdes, porotos, choclos, zapallos. Reducimos muchísimos nuestros gastos y en verano no damos a abasto con toda la cosecha y guardamos harto. Hay formas de conservar y que son ricas”, agrega. Kate junto con la fundación trabajan la huerta elquina tradicional que plantaron abuelas hace 100 años atrás. La mantienen de forma orgánica y ecológica para también promover la vida y colaboración de la naturaleza. “Lo que me encanta de cultivar es el sabor de la comida. La vitalidad de la comida que ha crecido orgánicamente es tan distinta. Es un tipo de terapia igual, me ayuda a aprender más de mí misma…lo impaciente o frustrada que soy. Entonces la huerta me hace parar, observar y disfrutar. Vemos la crisis planetaria, que tenemos que cuidar el planeta, pero realmente cuánto podemos hacer sino sabemos cómo cuidarnos a nosotros mismos. No podemos cuidar algo externo sino sabemos hacerlo internamente. La naturaleza nos muestra mucho de cómo nos tratamos”, reflexiona. Kate también forma parte del podcast Cuatro Huertas y es la autora del libro Huerto: Un universo desconocido que se encuentra en las versiones inglés y español. Su comida favorita son las ensaladas frescas que come durante todo el año. Una que le encanta es la Ensalada de hojas de mostaza morada, rúcula, perejil, lechuga, espinaca, brotes, tomates secos en conserva, cebolla, palta elquina y camotes cocidos. Queda increíble con Gran Reserva Sauvignon Blanc.

Puedes conocer más sobre el trabajo de Kate en www.fundacion-alma-crea.cl