Para hacer trekking, canopy, acampar o simplemente ir de picnic. Estas son cuatro áreas protegidas del norte al sur de Chile, cuya belleza y singularidad vale la pena descubrir en estas vacaciones.
Te invitamos a descubrir cuatro parques nacionales, que por lo demás, ahora cuentan con un nuevo sistema para comprar entradas. A partir del 1 de enero de 2024 se implementó el sistema Pases Parques Nacionales (www.pasesparques.cl), al cual debes acceder antes de planificar tu viaje. ¿Estás listo? Te invitamos a descorchar una botella de Gran Reserva Sauvignon Blanc, y hacer un salud por esta nueva aventura.
Fotografía: @felipe_diaz7
Creado en 1941, es sin duda uno de los parques nacionales más emblemáticos del norte de Chile. Se ubica en la IV región de Coquimbo, específicamente en la provincia del Limarí, famosa por la producción de uva pisquera y también vinífera. Se trata de un “bosque valdiviano” que ha logrado mantenerse en una zona semidesértica, razón por la cual es uno de los pocos lugares en Sudamérica que por 30 años ha sido objeto de investigación permanente. Para apreciarlo, es posible recorrer su sendero del bosque hidrófilo (con una extensión de 1 km) que toma alrededor de una hora. Allí podrás admirar los olivillos, canelos, zorros, águilas, guanacos, especies de flora en peligro de extinción como la Carica Chilensis (o “Palo gordo”) y su mirador con vistas al Océano Pacifico (si la camanchaca lo permite). También cuenta con una zona habilitada para hacer picnics (ojo, que no está permitido hacer fuegos). Ideal para llevar snacks y bebidas frías.
Fotografía: @ohenryfotografias
Sumergida en la pre-cordillera de Los Andes, a 78 kilómetros al sureste de Curicó, esta reserva nacional pasó a convertirse en Parque Nacional el año 2008. Se trata de un punto clave, donde la cuenca alta del río Claro marca la transición entre la vegetación mediterránea tolerante a la sequía al norte, y los bosques húmedos perennes al sur. Especies nativas como avellano, coigüe, radal, roble y ñirre rodean el cauce del río y las famosas Siete Tazas: una impresionante serie de siete cascadas y pozas esculpidas naturalmente en roca basáltica por el río Claro. Aquí se puede venir a hacer trekking, canopy (@canopy_radal7tazas_), bañarse en el río, acampar o quedarse en cabañas (te recomendamos @valledelascatas) y, por cierto, disfrutar de la naturaleza. Si te quedas y no manejas, deleitarse de un atardecer cuando baja el frío, junto a una copa de Gran Reserva Carmenère, puede ser una gran idea.
Muy cerca de Puerto Montt y el lago Llanquihue, se encuentra este Parque Nacional que fue creado en 1982, entre otras cosas, por tratarse de un ícono mundial en lo que respecta a especies endémicas. Y es que aquí una de cada tres especies, no se da en ningún otro lugar del planeta. Pero eso no es todo: también posee 39.255 hectáreas de bosques de alerce, árbol en peligro de extinción que le da el nombre a este maravilloso parque. Sus singulares características se deben a que esta región estuvo aislada del hielo que cubrió la zona hace 12 mil años, protegiendo las especies que hoy se pueden admirar: coigües de Magallanes, lengas, canelos, mañíos, animales como el monito del monte, el pudú, pumas, el gato guiña, zorros, también cisnes de cuello negro, pájaros carpinteros, chucaos, y más. El parque cuenta con senderos de diversas dificultades para realizar trekking (el más corto es de 1 km), pero también está permitido realizar camping, pues cuenta con baños y sectores para hacer picnic. Aquí puedes ir por largo tiempo y quedarte, o realizar un paseo y picnic por el día.
Fotografía: @patagonjournal
Son 2.889 kilómetros cuadrados los que conforman este parque densamente lluvioso en la Región de Los Lagos, que lleva el nombre del filántropo americano que compró estas tierras de la Patagonia para conservarlas y luego donarlas al estado de Chile, Douglas Tompkins. Debido a que las lluvias disminuyen en verano, esta es la mejor época del año para visitar el Parque Nacional Pumalín D.T. (@parquepumalin) que fue creado en 2018 siguiendo el modelo estadounidense, con una increíble red de senderos y servicios básicos bien pensados. Pumalín significa “lugar de agua” en huilliche, haciendo referencia a este bosque templado lluvioso que alberga el 25% de los bosques de alerces milenarios que quedan en Chile y que al mismo tiempo es considerado uno de los 34 puntos más biodiversos del planeta. ¿Qué ver? Especies como el chucao, hued hued, ranita de Darwin, los enormes alerces y cipreses de las guaitecas, la conífera más austral del mundo. Este increíble lugar de paisaje únicos, además posee 7 áreas de camping, cabañas (www.lodgecaletagonzalo.cl / @lodgecaletagonzalo), un café, miradores, senderos para caminatas, centro de información y, por cierto, zonas de picnic.
Adoptamos un Modelo de Negocio de Impacto, promoviendo vínculos que beneficien tanto el negocio, la comunidad y el medio ambiente.
Cumplimos con los estándares más altos de compromiso social y ambiental siendo la transparencia y responsabilidad legal elementos fundamentales para equilibrar el beneficio y el propósito.
Los viñedos Gran Reserva son una parte importante del proyecto para conservar áreas de bosques nativos y proteger la biodiversidad local. Nuestros bosques nativos tienen la capacidad de retener el agua de lluvia y controlar así el cambio climático que provoca la escasez de agua.
Cuidamos 1.432 hectáreas de bosques protegidos y, en promedio un total de 105 especies de fauna y 48 especies de flora por cada viñedo.
Nuestro esfuerzo por preservar la naturaleza comienza con un consumo responsable del agua. El 99% del agua que utilizamos proviene de fuentes tanto superficiales como subterráneas.
Utilizamos el goteo como sistema de riego lo que nos permite tener una eficiencia del 90% en el consumo de agua. Durante los últimos 3 años, esto nos permitió reducir nuestra huella hídrica en un 10%.
Todos nuestros procesos de vinificación requieren el uso de energía. Nuestra decisión de invertir en energía limpia y renovable refleja nuestro deseo de co-crear un planeta sustentable para el futuro.
El 100% de la electricidad utilizada para la elaboración de los vinos de la colección Gran Reserva procede de fuentes renovables, incluida la solar.
Concha y Toro está certificada bajo el Código de Sustentabilidad de Vinos de Chile desde 2012, lo que significa que nuestros viñedos son reconocidos oficialmente como viñedos sustentables.
Los vinos de nuestra colección Gran Reserva se elaboran íntegramente con uvas propias de viñedos erigidos de forma sustentable.